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En un mundo en el que parece que el mercado está inundado de nuevas empresas que presumen de nombres de empresas geniales, impactantes y de alta tecnología, puede parecer que la presión es grande a la hora de poner un nombre a tu propia empresa. 

Si tienes en cuenta tu misión, así como los consejos estratégicos que aparecen a continuación, te aseguras de encontrar un nombre de empresa que despierte el interés del mercado y te acompañe a largo plazo. Y como las startups son intrínsecamente digitales, elegir un nombre de dominio que se alinee con el nombre de la empresa es igual de importante. 

Es importante que los emprendedores tengan en cuenta tres cosas a la hora de pensar en el nombre de una startup: visibilidad, simplicidad y escalabilidad. 

1. Cuando se trata de la visibilidad, investiga a fondo y por adelantado antes de comprometerte con un nombre. Asegúrate de que tanto el nombre de la empresa como el nombre de dominio para la misma están disponibles, considera las extensiones web populares fuera de .com, como .co, .biz y .us.

A continuación, comprueba los sitios de redes sociales más populares para asegurarte también de que no estás duplicando el negocio de otra persona. Busca palabras clave que aumenten la notoriedad de tu negocio y considera la posibilidad de añadirlas a tu URL. 

2. Hazlo corto y simple. Busca que la gente sea capaz de recordar el nombre de tu empresa, pero lo más importante,  que también recuerden tu URL. Las frases largas, las palabras mal escritas y la adición de guiones complican esta tarea y confundirán a tu público, especialmente cuando estén dispuestos a buscarte en Internet. La gente tiene una capacidad de atención y una memoria muy cortas. Si acaban de conocer tu empresa, una URL complicada podría poner fin a su viaje como cliente justo en el momento que está empezando. 

La regla de la brevedad y la simplicidad se ve agravada por las redes sociales. Debes asegurarte de que el nombre que elijas sea fácil de encontrar y deletrear para que los clientes potenciales puedan relacionarse contigo, ya sea en Instagram, Facebook, Twitter y demás.

3. En cuanto a la escalabilidad, piensa en un plazo de 5 a 10 años. ¿Dónde estará tu negocio entonces? Tu nombre debe poder crecer con tu empresa, así que aléjate de nombres que puedan encerrarte en un nicho o de tendencias anticuadas que te obliguen a cambiar de marca dentro de unos años.

Así como la visibilidad, la simplicidad y la escalabilidad son las tres reglas de oro para dar nombre a una startup, también hay, por supuesto, pecados capitales que hay que evitar. 

Evita elegir nombres genéricos, confusos o demasiado similares a los utilizados por tus competidores directos. 

Busca ser distinto, así que no rehúyas a crear tu identidad. Pero no deja que esto se traduzca en un nombre complicado que se pueda escribir mal en papel o en línea. Al fin y al cabo, tu sitio web se convertirá probablemente en la pieza fundamental de tu empresa cuando los clientes evalúen tu producto u oferta. De hecho, la mayoría de tus programas de marketing harán referencia a la URL, así que piensa mucho en lo que representa para tu marca y tu negocio. 

Por último, pero no por ello menos importante, considera cómo se verá el nombre de tu startup en la señalización de un evento, en los anuncios publicitarios o en las tarjetas de visita. ¿Cómo sonará cuando lo compartas con otra persona tomando un café o cuando lo menciones en una entrevista de podcast? Dales algo que recuerden, para que tu marca no caiga en el olvido.